1 Pedro 3:3-7 Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino {que sea} el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.Leer más
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Tus atuendos no ostentosos
